TESIS DOCTORALES
  Autor: Bellido Cáceres, Juan Manuel. Director: Dr. Juan Antonio Márquez Domínguez
Más información: Boletín de la AGE
Resumen:
Esta tesis parte de la premisa de que la direccionalidad en las acciones de desarrollo, y concretamente de desarrollo local, están encaminadas a la consecución de objetivos capitalistas de crecimiento sostenido; lo que se identifica, por una parte, con un desarrollo económico a gran escala y el crecimiento económico como motor de este desarrollo, y por otro lado, el fortalecimiento de unas instituciones que benefician más a las estructuras que a las personas. Desde esta óptica, y a través del estudio de las Cooperativas Integrales, nos proponemos desarrollar un concepto de Desarrollo Local Autogestionado. En este modelo las acciones de desarrollo están encaminadas a conseguir el bienestar real de las poblaciones, y los sujetos del desarrollo son las propias personas, ya que son las encargadas de diseñar, planificar y ejecutar dichas acciones; sin depender de una estructura jerárquica y coercitiva, y sin poner como protagonista al capital, sino al bien común, a las personas. El análisis del concepto sujeto-pueblo y poder popular se entrelazan para constituir un sujeto del DLA que recupere y diseñe herramientas y acciones propias y adaptadas a sus necesidades reales. El hecho de que el sujeto pueblo haya perdido la capacidad de gestionar el territorio que ocupa y los recursos naturales que éste posee; y por tanto se haya convertido en un sujeto desposeído de poder territorial, ha dado lugar a buscar alternativas en las estructuras que soportan la acción política, la participación la implicación real de las personas en los procesos que constituyen sus logros. Se ha puesto en valor los conceptos de la Autonomía, la Autosuficiencia y la Autogestión. Ya que la conjugación de estos tres elementos posibilita la creación de estructuras por parte del sujeto pueblo, desvinculándose de la dependencia hacía el Estado, y con ello eliminando la jerarquía de poder que les viene impuesta desde la estructura Estatal-Capitalista. El sujeto que ha de llevar a cabo las acciones del desarrollo local autogestionado es el sujeto pueblo, comprendido este como la comunidad que se reconoce como tal, convive y comparte el espacio, el entorno y la vida cotidiana desde unas relaciones basadas en la comunidad y el bien común. Un sujeto con estas características es el único capaz de transformar su realidad cercana, ya que poseen los conocimientos necesarios para transformar «lo local». Una comunidad de personas se puede convertir en una herramienta política capaz de generar procesos de cambio integral en un entorno, transformando así sus realidades cotidianas y proponiendo unos modelos y unos desarrollos adaptados a estos entornos locales, avalado todo esto por el conocimiento, comprensión e identidad que sienten respecto a estos entornos.Las estructuras locales son núcleos mínimos de poder, es el espacio mínimo dónde se establecen relaciones sociales cercanas y prolongadas que aportan poder a la comunidad. El poder de la comunidad le permite organizar, planificar
y ejecutar acciones sin ningún tipo de trabas impuestas desde arriba o desde fuera de la estructura. El hecho de lo local no niega la existencia de otros aspectos territoriales; es decir, las relaciones no acaban en lo local, empiezan en lo local. Lo local es la base, y como base, es el primer escalón en la escala de poder, en la escala de toma de decisiones, en la escala de la acción participativa. Desde él (el poder local) nacen el resto de estructuras territoriales que han de tomar forma como conjunto de núcleos locales autogestionados, como conjunto que se forma por propia decisión de hacerlo, para, de forma conjunta, gestionar aspectos más amplios que los propiamente locales, es decir, aquellos aspectos, que aunque se salen de “lo local” influyen y revierten sus consecuencias en este espacio local. El hecho de conformar otros espacios territoriales más amplios no implica la cesión de poder ni decisión sobre esta nueva institución territorial, de hecho, los núcleos locales autogestionados, en sus relaciones con otros núcleos locales autogestionados, mantienen las características del apoyo mutuo, debido a la cercanía en las relaciones, en el compartir un espacio territorial más amplio, que se retroalimenta en sus cuestiones prácticas y teóricas, a niveles funcionales y a niveles simbólicos. Las Cooperativas Integrales constituyen un buen ejemplo de organizaciones que pueden encajar en la concepción de Desarrollo Local Autogestionado, ya que tanto en sus estructuras, como en sus objetivos y acciones, se sigue una lógica de autogestión y participación de la comunidad, creando instituciones horizontales, de libre acceso y asamblearias, que permiten crear servicios comunes para toda la comunidad. Por tanto, podemos afirmar que las Cooperativas Integrales son modelos pensados para desvincularse de los sistemas jerárquicos y opresores, en un proceso en el que la autogestión, la autonomía y la autosuficiencia son la base sobre la que se sustentan sus acciones.
  Autor: González Díaz, José Antonio. Directores: Dra. Rocío Rosa García & Dr. Felipe Fernández García.
Más información: Teseo
Resumen:
En el marco de esta tesis doctoral se ha realizado un estudio integral, desde una perspectiva multidisciplinar, de las relaciones existentes entre los modelos de gestión de territorio y los paisajes asociados en la Reserva de la Biosfera de Redes.
El estudio del medio físico reveló la compartimentación de las actividades en el espacio, atendiendo a condicionantes altitudinales (áreas altas y bajas) y orográficos (crestas y surcos), y en el tiempo en respuesta a la marcada estacionalidad climática. Así, la variedad de recursos naturales se organizan en pisos bioclimáticos que condicionan el diseño de sistemas de aprovechamiento complementarios en un espacio con una vocación productiva principal agrosilvopastoral.
El estudio de la población reveló la incapacidad del grupo humano por cantidad y por calidad (envejecimiento) de asumir el reto de la conservación de los paisajes heredados. Se concluyó que el riesgo de desertización demográfica del territorio es mayor que el que presentan las cifras oficiales.
Para reconstruir el modelo tradicional se desarrolló un novedoso método que combinó diferentes fuentes y técnicas: fotografía área y terrestre histórica, ordenanzas locales y trabajo de campo con la población de avanzada edad. Se fijó por primera vez a escala de detalle un complejo sistema de gestión territorial de las unidades de aprovechamiento, basado en el conocimiento ecológico local y plasmado en un paisaje en mosaico por vocación ecológica y tradición productiva.
Durante la transición rural las comunidades locales pierden el control definitivo sobre el espacio propio, se consolida su descomposición social y se desarticulan las unidades tradicionales de gestión. La simultánea especialización productiva inalcanzable en territorios de vocación ecológica multifuncional y la entrada de nuevas actividades en ventaja comparativa sobre las tradicionales, avivan el éxodo rural, repercuten negativamente en la economía local, desencadenando todos estos procesos cambios drásticos en los paisajes.
En este nuevo contexto Redes adquiere una condición de “espacio reserva” y “rural profundo” que lo convierten en un “espacio asistido” por necesidad en el modelo actual de gestión del territorio. Nuevas figuras de protección (Parque Natural y luego Reserva de Biosfera, etc.) y un grupo de acción local son implementados para tratar de revertir esta situación. El estudio de los Planes Rectores de Uso y Gestión diseñados conjuntamente para ambas figuras revela deficiencias notables en el diagnóstico de la situación, desigual atención a aspectos culturales y ambientales y un déficit de participación de la población local, entre otros. El grupo de acción local necesita una redefinición de sus estrategias para mejorar las condiciones estructurales que permitan el emprendimiento rural en igualdad de condiciones que el urbano. En este contexto la apuesta por el sector terciario como motor de desarrollo rural no resuelve los graves problemas socioeconómicos heredados, es incapaz de revertir la tendencia negativa del empleo e incluso en ocasiones entra en contradicción con los objetivos de los espacios protegidos, incluyendo la conservación de los paisajes y su agrodiversidad.
El estudio de la evolución del paisaje revelo que éste está perdiendo su carácter en mosaico debido a las dinámicas dominantes: entrada de nuevos elementos, pérdida de elementos culturales, pratificación del terrazgo, matorralización y reforestación natural. Estos procesos desembocan en un cierre gradual del paisaje y en una pérdida de agrobiodiversidad y de otros servicios ecosistémicos.
El análisis territorial integral planteado desde la óptica del paisaje es una potente herramienta para diseccionar los modelos de gestión, revelar contradicciones y detectar factores de cambio. Trabajar desde este punto de vista ha permitido entender el territorio, y por ende el paisaje como expresión formal, como un sistema funcional en constante evolución, producto en gran medida de los cambios socioeconómicos que se van solapando en el espacio y en el tiempo.
  Autor: Beato Bergua, Salvador. Director: Dr. Miguel Ángel Poblete Piedrabuena
Más información: https://www.age-geografia.es/ojs/index.php/bage/article/view/2756
Resumen:
La Sierra del Aramo es una montaña calcárea de altitud media (Pico Gamoniteiru, 1.791 m s.n.m.) situada en el Macizo Central Asturiano, en concreto, a sólo 17 km al SSW de Oviedo, sobre la que apenas se han realizado estudios parciales. El propósito fundamental de esta investigación ha consistido en el análisis integrado de la naturaleza y evolución del paisaje, así como el inventario y la valoración de sus recursos patrimoniales, con la finalidad de contribuir a una gestión territorial más racional, eficaz y preventiva.
La línea argumental está estructurada en cuatro bloques. El primero es una introducción en la que se aborda el estado de la cuestión en materia de patrimonio y paisaje, las hipótesis de partida, los objetivos y las metodologías seleccionadas. En la segunda parte se estudian los componentes abióticos y bióticos que configuran la naturaleza del paisaje de la Sierra del Aramo. En concreto, se analizan las formas estructurales y de modelado, los diversos tipos de clima, la vegetación en el contexto biogeográfico regional y su distribución en relación con el factor antrópico, así como los geosistemas del Aramo. El tercer bloque determina el valor patrimonial del Aramo y su utilidad como recurso natural y cultural. En concreto, se identifican y evalúan los Lugares de Interés Geomorfológico (LIGm) y las comunidades vegetales y se examinan en profundidad los hábitats de interés comunitario, las formaciones con Taxus baccata y los pastos altimontanos. Finalmente, el último bloque detalla la evolución del paisaje de la Sierra del Aramo.
Se ha utilizado un amplio abanico metodológico que ha incluido el Análisis de paisaje integrado (Bertrand, 1968) y el método fitosociológico (Braun-Blanquet, 1979) para el estudio del patrimonio y paisaje natural; además se ha empleado el método de valoración de los LIGm (Serrano y González, 2005; Marino et al., 2017), y el LANBIOEVA de Lozano et al. (2018) para las formaciones vegetales; por último, el análisis de la dinámica se ha realizado a partir de los enfoques clásicos de la geografía histórica (fuentes documentales de archivos históricos, entrevistas, estadísticas y fotografías), al tiempo que se han empleado por vez primera en la Cordillera Cantábrica las técnicas de análisis pedoantracológico (Thinon, 1992; Fernández & Quirós, 2001; Cunill, 2010; Métailié & Galop, 2015).
La Sierra del Aramo es una media montaña oceánica, minusvalorada y, sin embargo, con un valor patrimonial excepcional, tanto natural como cultural. De hecho, presenta 6 tipos de componentes tectónico-estructurales originados en dos orogenias diferentes, 17 elementos litoestratigráficos y 4 grandes conjuntos geomorfológicos, a su vez configurados por 17 unidades y 27 elementos geomorfológicos. Cabe destacar las más de 100 canales de aludes documentadas por su peligrosidad especialmente en la vertiente de Riosa, así como las decenas de movimientos en masa que salpican todas las laderas.
Por otra parte, el Aramo se incluye en 2 subprovincias y distritos biogeográficos contrastados que albergan 15 series de vegetación correspondientes a 3 pisos bioclimáticos. Sin embargo, se han descrito, explicado y cartografiado 27 tipos de grandes formaciones vegetales, lo que demuestra la importancia del factor antrópico en su biodiversidad. Toda esta herencia se organiza en un conjunto de 8 geosistemas y 38 geofacies diferentes. El alto valor patrimonial del Aramo se plasma en la identificación de 6 LIGm con una puntuación promedio de 7,1 y dos espacios sobresalientes. También dispone de 18 hábitats de interés comunitario que representan casi el 50% del territorio, así como varias especies de plantas y animales incluidas en la Directiva Europea.
En concreto, cabe destacar por su excepcionalidad las comunidades de Taxus baccata y los pastos altimontanos y subalpinos, mantenidos por una actividad pastoral tradicional que se originó hace más de 3000 años. Por otro lado, 6 de los 21 inventarios LANBIOEVA han superado los 2.000 puntos en prioridad de conservación, cifra muy alta sostenida por el gran interés natural y de conservación. En cuanto a la evolución del paisaje, el análisis pedoantracológico ha permitido establecer la Edad del Bronce como el periodo en el que se produjeron las deforestaciones que convirtieron el Aramo en puertos ganaderos de práctica milenaria. Sin embargo, en las últimas décadas se están perdiendo buena parte de los pastos debido a la matorralización y reforestación, resultantes del despoblamiento del medio rural y el abandono de las actividades agrosilvopastoriles tradicionales. En definitiva, esta investigación ofrece a los gestores territoriales un diagnóstico sólido sobre el que asentar los pilares de una planificación racional que permita pasar de la figura vacía de Paisaje Protegido, que padece actualmente la Sierra del Aramo, a disfrutar de una protección real y adecuada a sus valores patrimoniales de primer orden.